viernes, 15 de septiembre de 2017

Biblioteca Inocencio Ruiz La sala (Santa Isabel)



El alma de una biblioteca suele ser la persona que se responsabiliza de ella. A veces hace su trabajo muy profesionalmente pero poco más.  No podemos pedir, como usuarios de biblioteca pública,  que todos los bibliotecarios sean grandes apasionados por los libros y la lectura... al fin y al cabo ése es un valor que se les presupone dado su oficio.

Sin embargo cuando yo llego a una biblioteca, me pasa como cuando cojo un libro por primera vez... hay emoción y expectación al abrir esa puerta, igual que al abrir ese libro desconocido aún.

La diferencia está en que yo conozco todas las bibliotecas zaragozanas desde hace años, es decir, el espacio físico me es familiar... pero al abrir la puerta ahora, hoy, esta tarde, descubro siempre la sutil personalidad que le da a la biblioteca su "cuidador/responsable".

Me está ocurriendo en cada sesión pero he caído en la cuenta de esto hoy porque, definitivamente,  Mar, la bibliotecaria de Santa Isabel,  es mucha Mar.

Resulta tan acogedora que hay que contener el impulso de sentarse en uno de los sillones de los que disponen sus usuarios y quedarse allí un laaargo rato.

Hay "bookcrossing" o libros liberados, a disposición de todo el que se acerca por allí. Hay carteles, señalizaciones,  actividades propuestas... infinitas invitaciones a compartir libros, lectura y experiencia. Porque eso sí que se nota... la experiencia que aporta mucha lectura y sobre todo mucha lectura compartida.

Aprovecho pues para aplaudir y agradecer desde aquí a todas las bibliotecarias y bibliotecarios que nos cuidan a nosotros y a los libros con tan buen hacer que a veces, casi siempre, nos olvidamos de que existen.

El espacio que disfrutamos para esta sesión estaba preparado con gran mimo... se aprecia bien en la foto que aquí os muestro:


Poco a poco han ido llegando la docena de niños y niñas que se habían apuntado y ha sido genial ver cómo se nota el trabajo diario y la dedicación de Mar porque no han entrado hasta que no han terminado de merendar y hasta los más pequeños dejaban los libros que habían usado en el carro, no en la estantería.



Nos a preparado también la bibliotecaria una pequeña selección de libros para padres.




Hemos compartido juegos de dedos, canciones y algún que otro libro. Aquí os pongo las fotos de los libros que he contado:




También hemos repasado las  "Recomendacionespara usuarios de biblioteca con bebés y prelectores" que Mar tiene ¡plastificado! en el mostrador de la biblioteca, todo un honor para mí.

A pesar de ser una grabación con mala calidad, puede que os sirva para recordar uno de los juegos para bebés... prometo grabarlo bien algún día...




Por último pongo aquí los vídeos de Tamara Chubarovsky de los juegos de dedos que hemos hecho:






En el último momento,  cuando ya nos despedimos, Mar compartió un pequeño cuento con todos nosotros para animar a los papás y mamás a contar cuentos a sus hijos aunque piensen que no saben hacerlo bien...

Aquí os lo transcribo, porque lo imprimió y repartió a cada uno de los asistentes que así lo quiso:

"Cuentan que existe el peor narrador del mundo. No se sabe si es hombro o mujer, ni donde vive, ni cuál es su edad,pero se tiene la certeza de que está entre nosotros.

Dicen además que hay un cuento que es el peor cuento. También se ignora todo sobre él,  salvo una cosa: se sabe que una noche llegó a los labios de la persona que peor narra.

Quizás parezca que semejante combinación provocó grandes catástrofes, que hizo daño a quienes llegaron a escucharlo... pero no fue así. 

¿Saben? La persona que escuchó el peor cuento del mundo, de boca del peor narrador del mundo, durmió  tranquila, soñó  muchas cosas y al dia siguiente lució una gran sonrisa mientras, en el recreo, le decía a un compañero: "Anoche, mi padre me contó un cuento."


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