En la Guardería Fantasía, de Plaza Imperial (Zaragoza) hemos realizado ya un par de encuentros para padres, que continuarán mensualmente durante este año que acabamos de estrenar.
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En la reunión anterior, allá por noviembre, hablamos del tema del sueño. Podéis ver el resumen en este mismo blog, haciendo click aquí: http://mamameaburro.blogspot.com.es/2013/10/y-no-quiero-dormir.HTML
En diciembre comentamos el tema de los regalos de Navidad... así que os dejo aquí un pequeño resumen:
Empezamos comentando si los niños pueden entretenerse solos y desde cuándo. Resulta curioso ver cómo cada persona tiene una vivencia completamente diferente de este tema. Es cierto que, por carácter, hay niños más tranquilos que otros y por lo tanto es más fácil que se concentren en algo y que puedan jugar solos. Pero lo cierto es que influimos mucho los adultos en su forma de jugar.
La importancia del juego libre es un tema que comentamos y que resultó un descubrimiento para algunos de los asistentes. Todos sabemos ya que es muy importante el juego en el desarrollo de los niños pero no es tan habitual hacer una reflexión sobre la participación de los adultos en el tipo de juego que disfrutan los niños. Lo cierto es que si dirigimos constantemente el juego de nuestros hijos cada vez les resultará más difícil entretenerse solos y aprender realmente lo que es más importante en cada momento para ellos... porque eso es lo que ocurre cuando juegan con libertad, que eligen en cada momento la actividad más apropiada para su desarrollo.
Los adultos dirigimos el juego en exceso por miedos varios, como que se hagan daño, o que rompan algún objeto de la casa especialmente valioso. Sin embargo, no es nada difícil adecuar la casa o el entorno de juego de los niños para que resulte seguro para el juego libre. Si tienen al alcance juguetes, libros y objetos que puedan manipular sin peligro, todos respiraremos más tranquilos. Además, es necesario limitar el número de juguetes u objetos a su alcance para que puedan recogerlos y que no sea una misión imposible mantener ordenada la habitación.
Os pongo aquí un enlace a un artículo de la revista digital Bebes y más, en el que hacen una básica descripción del tema de la importancia del juego libre: http://www.bebesymas.com/desarrollo/la-importancia-del-juego-libre
En internet encontraréis muchas referencias, pero acaba de salir un libro al mercado que os pongo aquí:
EL JUEGO LIBRE: FUENTE DE FELICIDAD.
Por Carmen Cabrera Kilgen
Ilustrador: Lilli, Max, Marta García Ramos y Anna Dragow
Formato e ISBN: Rústica // 978-84-16008-73-5
Editorial: www.artgerust.com
Descripción y Sinopsis: 150x210mm., 76 páginas.
***
"Si los adultos jugáramos más, probablemente entenderíamos mejor a los niños. Podríamos acercarnos a su mundo, un mundo que hemos perdido y que nos falta."
"El juego libre ha sido la principal actividad de las niñas y los niños de todos los tiempos y lugares del mundo, pero en los últimos años ha sido desplazado por actividades dirigidas y enfocadas a cumplir objetivos. Las consecuencias sobre la vida emocional, psicológica y social de las personas puede llegar a ser de gran magnitud, ya que la continua represión del deseo de jugar apaga la alegría y disminuye la capacidad de tomar decisiones por uno mismo. Esto afecta al autoestima, a la capacidad de entusiasmarse por algo y a las relaciones sociales, y deteriora la confianza en uno mismo y en los demás.
Este libro pretende, no solo ayudar a devolver el juego libre, el juego no dirigido, a las niñas y a los niños, sino también mostrar a las madre y a los padres (y a los adultos en general) los beneficios que aportan a la convivencia y al desarrollo personal y también la relajación que implica adentrarnos en este maravilloso mundo del juego.
La autora presenta reflexiones y conclusiones de casi tres décadas de observaciones hechas en diferentes ámbitos de trabajo con niñas y niños de todas las edades, pero también pone nombre a muchas e intensas vivencias de una madre junto a sus hijos que solo quieren jugar. "
Editorial: www.artgerust.com
Descripción y Sinopsis: 150x210mm., 76 páginas.
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"Si los adultos jugáramos más, probablemente entenderíamos mejor a los niños. Podríamos acercarnos a su mundo, un mundo que hemos perdido y que nos falta."
"El juego libre ha sido la principal actividad de las niñas y los niños de todos los tiempos y lugares del mundo, pero en los últimos años ha sido desplazado por actividades dirigidas y enfocadas a cumplir objetivos. Las consecuencias sobre la vida emocional, psicológica y social de las personas puede llegar a ser de gran magnitud, ya que la continua represión del deseo de jugar apaga la alegría y disminuye la capacidad de tomar decisiones por uno mismo. Esto afecta al autoestima, a la capacidad de entusiasmarse por algo y a las relaciones sociales, y deteriora la confianza en uno mismo y en los demás.
Este libro pretende, no solo ayudar a devolver el juego libre, el juego no dirigido, a las niñas y a los niños, sino también mostrar a las madre y a los padres (y a los adultos en general) los beneficios que aportan a la convivencia y al desarrollo personal y también la relajación que implica adentrarnos en este maravilloso mundo del juego.
La autora presenta reflexiones y conclusiones de casi tres décadas de observaciones hechas en diferentes ámbitos de trabajo con niñas y niños de todas las edades, pero también pone nombre a muchas e intensas vivencias de una madre junto a sus hijos que solo quieren jugar. "
También comentamos cuáles son los juguetes más adecuados por edades y cuáles los libros. Creo que estos dos temas merecen entradas independientes en este blog, pero sí que me parece interesante anotar aquí que, a pesar de tener dudas al respecto, muchos de los asistentes, con hijos menores de 3 años, comentaron que uno de los regalos que recibirían los niños sería un Tablet.
Bueno, efectivamente se nos despiertan algunas alarmas y dudas porque no parece adecuado que los niños jueguen con tecnología desde tan temprana edad... pero si los padres ya están inmersos en la cultura tecnológica y manipulan ante sus hijos tablets, iphones, smartphones, ordenadores varios, ebook, etc. cómo vamos a negar a esos niños el contacto con la tecnología. Resulta imposible, al menos para el común de los mortales.
Lo que sí que es posible es dosificar el uso, elegir aparatos adecuados y pensados para niños (como es el caso de las tablets infantiles) y tratar de autocontrolarnos como adultos y hacer uso de las tecnologías cuando realmente es necesario y siendo modelo ante nuestros hijos mostrándoles otras actividades no tecnológicas como pasear, cocinar, pintar, leer, escuchar música (mejor aún tocarla), etc. Lo contrario, intentar que los niños no tengan contacto con las nuevas tecnologías pasaría por dejar de tener contacto con ellas los adultos que los criamos... y aunque personalmente conozco familias que lo llevan adelante con una coherencia y esfuerzo personal admirables, insisto en que no es viable para la mayoría de nosotros.
Como en cualquier tema relacionado con la crianza, creo que lo más importante es ser capaz de racionalizar lo suficiente como para manejar las nuevas tecnologías junto con las más tradicionales y aprovechar estos años de crianza para seguir aprendiendo como adultos y adquirir cada vez mayor control sobre nuestros propios impulsos, consiguiendo así que nuestros hijos tengan un modelo, sobre todo, de esfuerzo de mejora y desarrollo personal, más que de padres o personas perfectas.
Por último quiero destacar la conclusión a la que llegó uno de los asistentes: ampliar el concepto de regalo a algo más que juguetes... Y es que creo que, fruto de nuestra vivencia propia, entendemos que los regalos realmente buenos cuando eres niño son los juguetes. Los que ahora somos padres de niños pequeños, al menos en España, nacimos en los años 70 y 80 mayoritariamente. Nos regalaron juguetes durante nuestra primera infancia, pero un triste día, cuando cumplíamos unos 10 años, ya no recibíamos juguetes sino ropa, libros, material escolar, etc. Y era como si la infancia se hubiera terminado.
Sin embargo, nuestros hijos no tienen esa vivencia. Los niños que han nacido a partir del año 2000 reciben los libros, la ropa o el material escolar con la misma alegría que los juguetes, porque la ropa también les gusta mucho. Porque hay libros maravillosos y porque el material escolar también ha cambiado mucho desde nuestra infancia (y menos mal).
Además, no siempre tienen por qué ser regalos comprados, ni tampoco a estrenar. Los niños son tan generosos, nobles y honestos, que si reciben alguna propina (habitualmente de los abuelos) estarán encantados en gastarse el dinero en un mercadillo de juguetes solidario o simplemente de artesanos y aprender que podemos utilizar nuestro dinero pensando a quién va a llegarle ese beneficio.
Os dejo aquí el enlace de una página en la que anuncian mercadillos en toda España:
