Sin embargo, durante todo el puente habían estado realizando actividades para los niños del pueblo, incluyendo un cuentacuentos el día anterior, así que resultó que vinieron sólo cuatro niños.
Y aquí tenéis la foto de familia, nunca mejor dicho. A mi derecha está la bibliotecaria, que además trabaja de educadora de adultos y a mi izquierda está mi compañero de fatigas y de vida, Pablo, que por fin asoma la nariz por este blog...
Les conté un par de cuentos y salimos pitando para el último pueblo: Quinto de Ebro.
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