Este es uno de los temas más complejos a la hora de criar niños, junto con la alimentación, el control emocional y el control de esfínteres.
Por eso me parece interesante dejar aquí algunas referencias que pueden ayudarnos a acompañar el sueño de nuestros hijos, aunque desgraciadamente, no existe una receta eficaz para todos los bebés sino que tendremos que ir adaptándonos a las circunstancias de la mejor manera posible, dependiendo de las personas que vivimos en casa, nuestras rutinas y horarios, nuestras necesidades emocionales, etc.
Pero hay algo que es indudable: cuanta más información tengamos, mejor podremos vivir estos procesos sin un excesivo sufrimiento ni para los padres ni para los hijos.
Es importante reflexionar un poco sobre lo que esperamos de nuestros hijos. Si pretendemos que un bebé o un niño muy pequeño duerma "de un tirón" 6 u 8 horas seguidas, estamos poniendo un objetivo que sólo algunos casos excepcionales podrán alcanzar. Para la inmensa mayoría es casi imposible. Si ya resulta dificil despertarse varias veces a lo largo de la noche, generaremos mucho más estrés si le sumamos la frustración que supone pensar que algo estamos haciendo mal, porque nuestro hijo o hija no es "normal", le estamos "malcriando" y, en definitiva, no somos buenos padres porque no duerme "de un tirón".
En muchas ocasiones, cuando expresamos que nuestros hijos tienen problemas de sueño, podemos aprovechar para reflexionar acerca de nuestra familia, de cómo vivimos la crianza, con qué apoyos, con qué dificultades, qué expresa nuestro hijo con su llanto nocturno, etc. Probablemente (aunque no siempre, claro) descubriremos que somos nosotros, como adultos, los que necesitamos replantearnos las cosas, tratar de reforzar el vínculo y el apego con nuestros hijos en lugar de salir corriendo (algo muy natural si llevas meses y meses sin dormir dos horas seguidas, somos humanos al fin y al cabo).
En este enlace de la revista Mi bebé y yo, hay un artículo interesante sobre este tema: http://www.mibebeyyo.com/bebes/salud-bienestar/sueno/trastornos-sueno-bebe-577
También podemos informarnos mediante la lectura de algunos libros sobre el tema, aunque hay muchísimos y podemos acabar por complicarnos mucho. Recomiendo especialmente dos:
Autora: Rosa Jové
La Esfera de los Libros
272 páginas
Publicado en abril de 2006
ISBN: 84-9734-478-2
Autores: William y Martha Sears
RBA Libros
416 páginas
Publicado en marzo de 2010
ISBN: 978-84-98677027
En todo caso, en próximas entradas iremos ampliando este tema, ya que resulta muy interesante para mejorar nuestra calidad de vida familiar.
Acabo con un canto a la esperanza para aquellos y aquellas que estéis al borde de la desesperación: todos mis hijos (si, los 4) duermen de un tirón, aunque comparten habitación y siempre he pensado que eso les ayuda mucho porque, realmente, ¿a quién le gusta dormir solo?
¡Felices sueños!
viernes, 25 de octubre de 2013
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Pues aquí anda una con el peque a estas horas intempestivas de la noche (23,45h) a mi lado, jugando en el sofá porque literalmente hoy "pasa" de dormir, hoy no vale nada, ni teta, ni biberón, ni cuento, ni todos a dormir juntos a la cama, ni nada.... así que mientras dejo que se le acabe la gasolina y que caiga reventado, me entretengo navegando por la red, menos mal que mañana es domingo!!
ResponderEliminarPues ya siento no haberte respondido antes, pero lo cierto es que mi ordenador murió y ahora ya he conseguido uno nuevo, así que discúlpame...
ResponderEliminarEfectivamente, las 23,45h resultan intempestivas cuando tenemos un bebé y queremos que se duerma, porque necesitamos un poco de paz, de espacio libre, de tiempo para la pareja o para una misma... pero aunque no te sirva de consuelo (y menos una semana después...) en esos momentos yo siempre trato de relativizar y pensar que he pasado muchas noches sin dormir por cosas menos importantes que criar un hijo: por acabar de ver una serie, por terminar un libro, por acabar una partida de consola... Incluso he perdido horas de sueño por cosas igual de importantes que criar un hijo: acabar un trabajo, un proyecto, una factura, estudiar un examen, consolar a una amiga, charlar con mi pareja...
Y no hablemos de las noches sin dormir dándole vueltas a los dineros... los gastos... las facturas...
En resumen, que tu actitud es la mejor. Dejar que se le acabe la gasolina, ver el lado bueno del asunto (mañana es domingo) y tomarlo con calma chicha... también puedes unirte a los juegos del sofá y montar una party bailando en el salón, aunque los vecinos igual no se lo toman muy bien, pero ya se sabe: ¡Si no puedes con tus enemigos, únete a ellos!
Besicos solidarios.